Si todos, Gobiernos y Rectores, coinciden en señalar que los/as jóvenes investigadores/as y emprededores/as son nuestro futuro, no entendemos por qué las universidades les maltratan
¡FIRMA la petición para apoyarles!
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www.change.org/p/rectores-apoyen-al-personal-investigador-universitario
No hay otra manera de explicar el trato que están sufriendo el conjunto de jóvenes investigadores/as en formación (FPI, FPU, contratos por Proyectos, becas, etc.) por parte de las dos universidades canarias. Tanto la ULL como la ULPGC han creado una bolsa de precariedad en torno a la investigación que se desarrolla en las universidades, apostando claramente por bajos salarios, no reconocimiento de derechos básicos, como la asistencia médica o permisos para atender obligaciones legales o ineludibles, falta de transparencia en la selección, retrasos en los pagos, desprotección ante situaciones de acoso, limitación de derechos o no reconocimiento de los mismos a pesar de estar amparados en las Leyes, y un innumerable etcétera.
El último ejemplo de maltrato ha surgido durante la primera sesión negociadora del futuro II Convenio del PDI contratado laboral de las universidades canarias, cuando la ULL y la ULPGC han pretendido "dejando fuera" del Convenio al colectivo de investigadoras e investigadores contratados. Es decir, en lugar de ampliar la cobertura de este colectivo que trabaja en condiciones de precariedad y que en el primer Convenio colectivo tiene limitada su aplicación a un solo artículo, en esta ocasión se pretende dejarlos igual o incluso excluirlos totalmente.
Y eso a pesar de que uno de los argumentos que las universidades han esgrimido es la posibilidad de situarlos en un Convenio colectivo separado, cuando establecer "convenios franjas" es casi ilegal y, en este caso, tiene menos sentido aún porque sus órganos de representación son conjuntos con los del resto del PDI contratado.
Es evidente que el interés de las universidades es la desregulación absoluta, de forma que no quede constancia de ninguna reglamentación que proteja derechos y establezca obligaciones para la ULL o la ULPGC. Dejando en manos de la buena o mala voluntad de los responsables institucionales el resultado final.
Es un absurdo que cuando la sociedad en su conjunto ha aumentado su valoración sobre el colectivo de investigadores e investigadoras, cuando todas las instituciones hablan de estimular este sentimiento, las dos universidades canarias mantengan un discurso hipócrita en el que publicitan una actitud pero en la práctica aplican el criterio totalmente contrario.
Apoyar a las y los jóvenes investigadores/as en formación no es salir en los medios de comunicación hablando bien de ellos y ellas. Apoyar de verdad es aplicar medidas de estímulo y reconocimiento de su trabajo, potenciar su presencia en las universidades y aumentar su visibilidad y proyección.
Lo contrario es [P]recarizarlos/as aún mas.
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