Entre otras modificaciones, destacamos las siguientes:
- Se crea una Comisión Académica como un nuevo órgano en las universidades, al que se le atribuyen competencias propias de la negociación colectiva para su control y limitación, y, a la vez, se introducen recortes en algunas cuestiones que debieran ser objeto de negociación con los representantes de los trabajadores, como son la jornada, el calendario laboral y el lectivo.
- La decisión de la intensificación de la dedicación del profesorado, en docencia o en investigación, quedará en manos de cada universidad.
- La dedicación del profesorado a la docencia podrá superar los límites de las 240 horas de actividades básicas y 180 horas de actividades complementarias si la Universidad considera, en los términos que ella determine, que el profesorado no realiza el resto de actividades que le son propias.
- Se establecen “clases interactivas de tutorización en grupo” (en la práctica, docencia en grupos reducidos) que computan en las 180 horas de actividades complementarias.
- Deja en manos de cada universidad la decisión de qué son actividades de carácter básico y cuáles complementarias, lo que podría dar lugar, en la práctica, a que un docente tuviera que impartir 420 horas anuales de docencia presencial, camuflando dicha actividad bajo otras denominaciones.
- Se establece una farragosa e ininteligible regulación de la dedicación de los profesores Titulares de Escuela Universitaria, que podría suponer una carga docente sin limitación alguna.
- Los profesores LRU sencillamente no existen para el Ministerio, a pesar de que el periodo de prórroga de sus contratos se extinguirá próximamente. ¿Se quiere propiciar un ERE en las Universidades? Y, en ese caso, ¿quién dará las clases?
La negociación colectiva es un derecho y un principio consagrado constitucionalmente, tal y como lo avala la jurisprudencia, que es de obligado cumplimiento para las universidades y las administraciones públicas.
CCOO mantiene, además, la importancia de mantener y reforzar la unidad de acción entre todos los sindicatos, que ha caracterizado todo el proceso de negociación del Estatuto hasta ahora.