Al contrario de lo que ocurre en otros países europeos, las empresas españolas están perdiendo y van a seguir perdiendo competividad dado su escaso interés por la Investigación, el desarrollo y la Innovación. La crisis económica que padecemos ha puesto de manifiesto las carencias estructurales que tiene la economía española y que la secretaría confederal de I+D de CCOO viene denunciando, ya que aunque la crisis económica se ha manifestado en todas las economías los efectos sobre la destrucción de empleo se han dejando sentir aquí con mucha más intensidad.
La inversión en investigación e innovación, en su sentido más amplio, constituyen la fuente mas sólida de valor añadido en todos los sectores productivos y esta siendo uno de los motores principales de las estrategias de los países más avanzados y España no está en esta línea. El principal problema de la economía española, según CCOO, es que ni desde el Gobierno ni las empresas esto se está teniendo en cuenta, y se sigue incidiendo en la desregulación del mercado de trabajo, la flexibilidad y los bajos salarios solo hará profundizar más esta situación.
Los datos del INE, sobre actividades de I+D, confirman la situación preocupante de las empresas españolas con relación al gasto de Investigación y Desarrollo (I+D) que decreció en el 2009 un 8,8% respecto a 2008 mientras que el gasto público registró un aumento del 5,4%. Ello cuando la mayoría de los países europeos han mantenido dicha inversión.
CCOO ha señalado en reiteradas ocasiones en que una de las causas más importantes de que la crisis se haya manifestado de con mayor intensidad en nuestro país, dejándose sentir especialmente en la destrucción masiva de empleo, se debe a que nuestra economía esta basada en mucha mayor medida que la de los países de nuestro entorno en sectores de bajo valor añadido, que utilizan mano de obra poco cualificada, con salarios bajos y precarizados como única forma de competir, en lugar de de utilizar la innovación y el conocimiento.
El bajo nivel de la productividad española tiene su raíz una estructura productiva, donde la utilización del conocimiento queda relegado a un número reducido de empresas en comparación con la media europea, así la contribución a nuestro PIB de los sectores de alta tecnología, se ha mantenido en los últimos año por debajo del 1% cuando la media europea es tres veces superior y la de los de tecnología media-alta, no haya superado el 4%, la mitad de la media europea.
CCOO insiste en que sólo desde el convencimiento del Gobierno y el interés de las empresas de que su sostenibilidad, unida a la capacidad tecnológica, el personal cualificado y un modelo productivo basado en la Investigación la innovación, formación de los trabajadores y trabajadoras y empleo dignos, será posible una salida a la crisis que a medio plazo nos permita competir con los países de nuestro entorno, todo lo contraria a la reforma del mercado de trabajo aprobada.
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