Casualmente, el ministro Wert también ha decidido "emigrar" abandonando el Gobierno después de que se publiquen ambos Decretos. Por lo que es evidente que al final sí han entendido el mensaje que toda la comunidad universitaria española y el resto de la comunidad educativa le han venido dedicando durante los dos últimos años: no nos gustan sus reformas porque deterioran el sistema educativo y universitario y debilitan su carácter público.
El mejor exponente de este mensaje, sin obviar las protestas, plantes y huelgas, ha sido el rotundo fracaso de su candidato en las elecciones de la UCM. Su ex-número tres obtuvo el peor resultado en décadas, comparado con otros candidatos conservadores en las elecciones rectorales de la Complutense de Madrid, en la que era tradicional que a la segunda vuelta pasaran un candidato conservador y otro progresista: en esta ocasión los dos finalistas han sido dos declarados anti-Wert. Por eso primero ha emigrado su ex-número dos y ahora la seguirá el propio ministro, porque saben que durante un largo periodo de tiempo no serán bien recibidos en ninguna universidad española.
Web del Consejo de Estado con los dos Decretos [clic en la imagen para amliar] |
¡Pero ojo!, cambian al Ministro pero simultáneamente completan su reforma universitaria.
Los dos Decretos pendientes serán publicados después de las elecciones de este domingo: el de creación y modificación de Centros ya fue informado por el Consejo de Estado desde abril, y ha estado guardado por el Gobierno esperando al de Acreditaciones del profesorado, que finalmente ha sido informado por ese mismo órgano el jueves 7 de mayo. Aunque estaba prevista su aprobación en el Consejo de Ministros de la última semana, es probable que lo dejen pendiente hasta después de las elecciones para evitar nuevas críticas públicas, especialmente porque éstas se producirían durante los dos días antes a la celebración de las elecciones.
Una vez más vuelven a demostrar su total insensibilidad para resolver los problemas educativos de nuestro país y actúan exclusivamente en función de sus intereses en lugar de defender el interés común de la sociedad a la que dicen representar. Lo malo no es que Wert emigre, lo malo es que él podrá volver en un par de años cuando la gente se haya olvidado de él mientras que nuestros/as jóvenes que se han visto obligados a marcharse por su culpa tardarán décadas en poder regresar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario