Esos RDs que faltan pretenden cada uno de ellos: facilitar la implantación de universidades privadas reduciendo requisitos para su creación; dificultar las acreditaciones del profesorado por medio de la introducción de elementos subjetivos para disminuir el número de PDI funcionario; y reducir el número de años de los Grados de 4 a 3 para reducir el número de alumnos y, paralelamente, incrementar la recaudación al trasladar ese año a los Master que son considerablemente más caros que las enseñanzas de Grado.
Este proceso de reforma universitaria ha estado rodeado de una absoluta falta de transparencia ya que al mismo tiempo que el Ministerio inició un proceso de negociación con sindicatos y rectores, por separado, también continuó con el proceso legal de su puesta en marcha con los documentos iniciales: empezando por su exposición pública y ahora remitiendo alguno de ellos al Consejo de Estado para el dictamen previo a su aprobación y publicación en el BOE.
La Secretaría de universidades de la Federación de Enseñanza de CCOO pidió formalmente, a comienzos de la semana pasada, una reunión con el Ministerio para solicitar información sobre las ultimas modificaciones de los borradores de RD, plazos para su implantación, enmiendas admitidas, etc... Petición que se consideró urgente a la vista de esta nueva reactivación de los mismos y la falta de transparencia que sigue rodeando las reformas propuestas.
Todos somos conscientes de que las universidades necesitan introducir reformas en algunos aspectos, pero las prisas en su implantación, la falta de concreción de numerosas cuestiones importantes por la falta de tiempo para desarrollarlas y analizarlas en un debate amplio pueden condicionar una normativa que cambie radicalmente las universidades públicas condenándonos a una situación permanente de retroceso.
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