Metroscopia para EL PAÍS [clic para ampliar] |
"Quienes siguen funcionando, y quienes siguen mereciendo una altísima aprobación ciudadana, son, ante todo, los investigadores científicos, los médicos del sistema público de salud y los profesores de la enseñanza pública. Es decir, tres cuerpos profesionales (modestamente retribuidos, duramente castigados por los recortes) de los que los españoles valoran no solo su contribución al bienestar público sino también, y con una perspicacia no tan compartida como sería deseable, su irreemplazable papel ante un mejor futuro colectivo. Y en este punto hay que reseñar una grave señal de alarma que no debería ignorarse: la sanidad pública (su funcionamiento, no sus profesionales) ya no merece una aprobación mayoritaria. En solo un año, su evaluación ciudadana ha perdido 24 puntos: la caída más importante de las 34 instituciones evaluadas."
Según la misma encuesta, la Universidad habría perdido 14 puntos de confianza en solo un año (75% en 2013 => 61% en 2014), pasando a ocupar el décimo lugar en cuanto a valoración sobre su contribución al bienestar público.
Como contrapunto de comparación, los investigadores científicos solamente han perdido tres puntos en este mismo año y el profesorado cuatro, de forma que la sociedad española los sigue considerando (conjuntamente con los médicos) los tres colectivos que más contribuyen al bienestar colectivo.
En este sentido es positivo destacar que la gente ha sabido identificar a los responsables de los recortes y del mal funcionamiento de los servicios de forma que, por ejemplo, mientras otorga un alto nivel de confianza y valoración a los médicos (85%) al mismo tiempo suspende a la Sanidad como institución u organización (49%) a pesar de que durante estos años de recortes el discurso político, empresarial y mediático de alguna prensa ha sido atacar a los empleados públicos.
Esa misma lectura se extrae de la excelente valoración de los investigadores y del profesorado de la enseñanza pública, que representan a los otros dos sectores que mas han sufrido recortes presupuestarios durante los tres últimos años junto con la sanidad pública, tal y como se señala en el artículo de EL PAÍS que analiza los datos:
El descenso de confianza en las universidades (61%) también es importante, pero sigue logrando un aprobado alto y no llega a los niveles del resto de las instituciones públicas, que sí suspenden (sanidad 49%, Inspección de Hacienda 39%, Tribunal Supremo 34%, Ayuntamientos 31%, El Parlamento 29%...), probablemente porque algunos rectores se han manifestado públicamente en contra de los recortes y han colaborado para articular una respuesta institucional unitaria conjunta con sindicatos y organizaciones de estudiantes. Además de mantener una imagen de limpieza y transparencia que esta ausente en el resto de instituciones y organismos de la Administración.
Los pilares de la sociedad aguantan [WEB]
Hola, estoy totalmente de acuerdo en tu clasificación, pero conviene aclarar que aunque dices que "hay dos tipos de trabajadores" en tu comentario realmente desglosas tres: los investigadores vocacionales, los mediocres y finalmente los "acérrinos seguidores" de éstos.
ResponderEliminarYo no he trabajado nunca en el mundo de la investigación científica y, sin embargo, también tengo conocimiento de causa. Bien porque he estado "al lado" de ese mundo durante mucho tiempo, o porque en los dos últimos años estoy compartiendo trinchera con los investigadores e investigadoras contra los recortes y, sobre todo, porque en mi vida sindical he conocido, representado y asesorado a todo el abanico de profesiones vinculadas al sector público: desde retenes contraincendios de Medio Ambiente hasta ingenieros/as de obras públicas, auxiliares administrativos/as o catedráticos/as de universidad.
Y es que esos tres tipos de trabajadores también están presentes en cualquier otro mundo profesional y/o laboral, tanto público como privado. En todos los ámbitos hay un grupo reducido de personas que trabaja bien independientemente de lo que ganen y de las circunstancias del momento, de la misma forma que también hay otro grupo que siempre trabaja mal, intentando obtener el mayor beneficio posible a base del menor esfuerzo.
Pero es que, además, esos dos grupos siempre son minoritarios porque el grueso de las profesiones esta lleno de gente normal. Personas normales que en el inicio de su carrera profesional intentan hacerlo lo mejor posible y tienen buena predisposición para aprender y trabajar. Lamentablemente pueden acabar convirtiéndose en "mediocres" tal como tu los llamas o "desmotivados" que es como yo prefiero verlos.
Desmotivados o desencantados porque los responsables institucionales, políticos o empresariales (en el caso de las empresas privadas) toman decisiones inadecuadas o basadas en intereses ajenos a las necesidades de la investigación. Algo que, después del esfuerzo que has tenido que realizar en tu carrera académica y profesional, no contribuye a estimular sino todo lo contrario.