Esta convocatoria surge al calor de las protestas organizadas a nivel estatal por la #MareaRoja en lasque se señala que no hay mucho que celebrar y sí mucho que reivindicar, al constatar que la situación en el mundo de la Investigación y la Ciencia sigue empeorando.
Desde CCOO mostramos nuestro apoyo a las convocatorias de JINTE en La Laguna y de #MareaRoja en el resto del país, así como a cualquier otra que se pueda poner en marcha en Las Palmas de Gran Canaria y, especialmente, a la manifestación que se organizará esa misma noche en Madrid (manifestación que también apoyan todas las organizaciones de jóvenes investigadores/as, muchas asociaciones científicas y numerosas entidades y personalidades de la Ciencia).
Hacemos un llamamiento para acudir a estos actos y especialmente a difundir mensajes en Twitter con el hashtag #SinCienciaNoHayFuturo ya que se pretende convertirlo en Trending Topic durante hoy jueves y mañana viernes para favorecer su difusión en los medios de comunicación.
¡Visiviliza tu apoyo difundiendo #SinCienciaNoHayFuturo y acude a la concentración!
Manifiesto de marea roja con motivo de la manifestación de Madrid:
CONVOCATORIA DE MAREA ROJA. 30 DE SEPTIEMBRE 2016
MANIFIESTO
Se festeja en
Europa la “Noche de los investigadores”, y en España el sector científico se
levanta, por tercera vez, en forma de Marea Roja de la Ciencia. En efecto,
lejos de mejorar, la situación del sector científico sigue siendo
lamentablemente precaria. Nos levantamos colectivamente, ya que la actividad
científica es una labor necesariamente colectiva y colaborativa: los
investigadores, aislados, tendrían poco que hacer. Esta celebración, por tanto,
ha de incluir al personal de gestión y de apoyo técnico, a las contratas de
seguridad y de limpieza, al personal en formación y contratado, sea pre- o
postdoctoral, y a los estudiantes universitarios. Sin embargo, la pregunta es:
¿hay algo que celebrar?
La respuesta,
por desgracia, es negativa. Las principales reivindicaciones del sector,
reiteradas durante años, no se han atendido, convirtiendo en crónicos algunos
de los problemas. La penuria de la época de crisis gestionada a base de
recortes se mantiene: hay que recordar que desde 2009 España ha reducido la
inversión en I+D+i desde el 1,45% del PIB hasta el 1,25% mientras que la media
Europea ha ascendido hasta situarse en torno al 2%. Incluso las
reorganizaciones o cambios sin coste que se demandaban, tampoco han llegado.
La ciencia y
la investigación constituyen una oportunidad de avanzar a un futuro más justo y
sostenible. Para ello, necesitamos que los sucesivos gobiernos incluyan la
rueda de la ciencia en el carro de la cultura española. Esta transformación del
modelo de país, que como se ha comprobado durante los últimos años, es tan
necesaria, no se ha producido hasta el momento, y ni siquiera se perciben
indicios de dicho cambio.
No solamente
desde el punto de vista de la cultura es importante la ciencia, también desde
el punto de vista del empleo. Con la actual situación de paro y precariedad,
una salida justa de la crisis, generando empleo de calidad y sostenible, sólo
es posible si apostamos decididamente por la ciencia y la investigación. No
podemos seguir permitiendo que nuestros jóvenes se vean obligados a emigrar
debido a la falta de empleo de calidad. No podemos permitirnos un país en el
que sólo se trabaje en navidades y en verano.
¿Qué
requerimos, una vez más, de nuestros gestores o responsables políticos? ¿Qué
requerimos, ya que estamos en democracia, de nuestros conciudadanos?
·
El sector científico reclama
un modelo radicado clara y primariamente en la generación de conocimiento.
Sobre esta base se ha de construir una sociedad más desarrollada y más
sostenible, una ciudadanía más formada, más crítica y, por tanto, más libre.
·
Reclamamos carreras
científicas claramente definidas, estables y dignas para todo el sector:
personal en formación, de apoyo, administración, ayudantes, técnicos,
titulados, gestores e investigadores. Esto incluye, prioritariamente, la
conciliación de la vida laboral y familiar. El carácter vocacional de la
ciencia no debe diferenciarnos del resto de profesiones en ese aspecto.
·
Pedimos el reconocimiento al
desempeño y el esfuerzo del personal del sector científico. Admitimos la
importancia de la fiscalización y evaluación de nuestro trabajo, pero a la vez
pedimos que se nos reconozcan el esfuerzo y la dedicación, facilitando
incentivos y promociones adecuadas. Por otro lado, reclamamos carreras
científicas no dirigidas al liderazgo de grupos de investigación: es
insostenible que todos los contratados postdoctorales tengan que competir por
plazas de jefes de grupo como única opción para poder consolidar su puesto de
trabajo.
·
Financiación pública de la
investigación independiente de los devenires políticos, en la que se contemplen
convocatorias competitivas regulares para la mejor planificación de la
investigación. Esta financiación ha de ser suficiente, adecuada y en
consonancia con los objetivos propuestos.
·
Eliminación de la
cofinanciación de proyectos de investigación y de contratos de personal
científico y de apoyo, que ahoga a los pequeños/medianos grupos y/o centros.
Los programas de financiación deben incluir los fondos necesarios para cubrir
los gastos reales.
·
Separación clara de los
fondos para investigación pública y privada, así como para la investigación
“civil” y la militar. Las cifras no deben maquillarse con fondos supuestamente
puestos a disposición de entidades que no hacen uso de los mismos.
Esperamos que
en futuras “celebraciones” podamos haber tachado alguno de los puntos de estas
reivindicaciones básicas, lo que no ha sido el caso en los últimos años. Es
necesario que nos movilicemos por hacer ver que
SIN CIENCIA NO HAY FUTURO
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