En contra de los recortes en universidad

Padylla - La Opinión

La enseñanza pública, en los niveles no universitarios, se ha visto sometida en este principio de curso a unos importantes recortes. Aunque éstos empezaron el curso pasado, ahora se han acentuado notablemente.

En principio, los recortes se han aplicado en las enseñanzas de Secundaria, de Bachillerato, de Formación Profesional y de enseñanzas artísticas y de idiomas. La drástica reducción de programas de refuerzo, de desdobles en idiomas, en laboratorios y en la Formación Profesional, la desaparición de la atención a las materias pendientes, etc., junto al incremento del número de horas de clase que ha de impartir el profesorado, suponen, en la práctica, una reducción de la plantilla docente que rebasa ampliamente el 10%.

Aunque los más publicitados han sido los recientes recortes en las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha, Navarra y Galicia, cada vez se van incorporando nuevos territorios al fatídico club de los recortes (hace unos días, Baleares). En otras muchas comunidades llevamos ya varios años sumidos en un proceso lento y continuado de recortes menos duros pero que, si continúan, supondrán una reducción sustancial del número de profesorado y del PAS. Mucho nos tememos que, tras las elecciones generales del 20 de noviembre, empeore la situación, sobre todo porque es probable que las gane el PP y son las Comunidades gobernadas por este partido donde se estan aplicando los mayores recortes.

La universidades públicas no son ajenas a esta situación. En muchas comunidades autónomas los presupuestos de las universidades se han reducido paulatinamente, y en algunos centros se está llegando a niveles dramáticos, con las universidades públicas acumulando importantes deudas y ajustando sus plantillas.

Los recortes afectan a toda la comunidad universitaria. Es decir, no es un problema que afecte únicamente a las plantillas de personal docente e investigador (PDI) y de personal de administración y servicios (PAS). Desde luego, el número PAS y PDI va disminuyendo poco a poco (no renovaciones de contratos, no cobertura de bajas y jubilaciones, ...) y algunas universidades ven en el horizonte despidos de trabajadores. Esta reducción de plantilla, junto con los recortes presupuestarios, afectan también los estudiantes, que poco a poco ven cómo las condiciones de la universidad, de su universidad, se deterioran: menos horas de tutorías, menos libros en las bibliotecas, etc. Por otra parte, el futuro de los estudiantes que han pensado enfocar su carrera hacia la enseñanza (universitaria o no universitaria) o hacia la investigación, no puede ser más negro.

Como no nos resistimos a aceptar sumisamente esta situación, los sindicatos más representativos en el ámbito de la educación (CCOO, UGT, ANPE y STEs) nos estamos movilizando contra las políticas de recortes, vengan de donde vengan, por lo que hemos convocado varias movilizaciones porque entendemos que la educación no es un gasto sino una inversión de futuro.

Por ello hemos convocado el próximo día 22 de octubre, sábado, la manifestación de ámbito estatal que se celebrará en Madrid, a la que iran compañeros y compañeras de toda España, para expresar nuestro común rechazo a las políticas de recortes en educación.

Sólo saldremos de la crisis con mayor inversión en educación y formación