Se ha vuelto a presentar un nuevo sistema de clasificación de las universidades españolas y otra vez vuelven a ubicarnos en mala posición |
Clasificación sobre 48 universidades [Clic para ampliar] |
Mas allá de volver a recordar que las universidades canarias están permanentemente penalizadas por nuestra situación geográfica (lejanía y fragmentación), lo que supone un obstáculo adicional que debe ser tenido en cuenta a la hora de valorar los resultados, no es menos cierto que
ya no podemos seguir insistiendo en el tradicional lamento de que necesitamos ayuda. Ahora también tenemos y debemos asumir la responsabilidad colectiva de mejorar nuestra situación con respecto al resto de las universidades españolas.No vamos a renunciar a la crítica a estos mecanismos de valoración, siempre pagados por entidades bancarias o financieras, que priman determinados aspectos de valores empresariales sobre los científicos.
Pero es indudable que estos ranking supondrán un sistema de clasificación que condicionará la futura financiación del sistema universitario español, por lo que necesariamente tendremos que aceptar su existencia e intentar ubicarnos en ellos de una forma adecuada. Sobre todo en momentos de recorte presupuestario y limitaciones en la financiación pública como los actuales, en defintiva, ¡tenemos que mejorar la posición de la ULL!
Después de que hayamos podido frenar o suavizar la mayoría de los recortes laborales y sociales en nuestra universidad, gracias a la unidad sindical y la cooperación institucional, ahora debemos seguir manteniendo este clima de colaboración y unidad para mejorar la producción científica e investigadora de la ULL ya que es uno de los déficit que reducen nuestra colocación en todos los sistemas de clasificación universitaria.
Y la mejor forma de afrontar esa mejora es a partir de la negociación en tres aspectos fundamentales: la reorganización de nuestra institución para hacerla más eficaz, potenciar las plantillas de apoyo a la investigación dándoles estabilidad y estimular la dedicación a la I+D+i.La reorganización de Departamentos, a partir de las fusiones, es una pieza esencial para racionalizar los costes. Reducir cargos académicos del profesorado permite ahorrar financiación que podemos utilizarla en mejoras imposibles de afrontar en un entorno de recorte presupuestario, y reordenar la plantilla de personal de administración tiene que servir para "recuperar" para el PAS funcionario funciones hasta ahora estaban externalizadas (la OAPI y parte de la OTRI).
Paralelamente, aprovechando las futuras modificaciones de las RPT del PAS y el actual Modelo de Encargo Docente del profesorado, hay que potenciar la dedicación a la investigación: crear nuevos apoyos a la gestión, administración y trabajo técnico en relación con I+D+i al mismo tiempo que se desarrollen mecanismos de estímulo para que el PDI incremente su productividad en este campo.
El mensaje es claro, hay que aumentar significativamente la dedicación de las plantillas de PAS y PDI a la investigación. Algo que hasta ahora solamente era importante para una parte del profesorado y que contaba con pocos apoyos (y cuando los había son externos y sin estabilidad) en personal de administración y servicios, debe cambiar radicalmente.La próxima reforma universitaria atacará la financiación: los previsibles incrementos de Tasas académicas reducirán el número de estudiantes y, paralelamente, tendremos menos financiación pública para funcionar; al mismo tiempo que se establecerán nuevos mecanismos de financiación adicional en función del lugar que ocupemos en los ranking y del nivel de investigación que seamos capaces de desarrollar.
En los próximos meses tenemos dos tareas por delante: oponernos a esta reforma regresiva y, simultáneamente, mejorar nuestra universidad para que afronte los nuevos tiempos con garantía de futuro.